¿Dónde te has ido?
─Cierra los ojos; la luz
dejo ya de encontrar en mí
su reflejo.
─¿Dónde andas, que no te oigo?
─Cierra los ojos; mis patas
completaron ya su número
de pasos.
─¿Dónde te has ido? Quiero tocarte.
─Cierra los ojos y podrás
acariciarme en tus latidos,
porque mi vida fue un tránsito
de mi cuerpo a tu corazón.
¡Ahora te siento!
0 comentarios