Presencia inesperada
contra toda expectativa,
logra acopiar el coraje
que la llevará a estirarse,
guiada por rayos de sol,
en mitad del páramo,
hacia la vida.
¿Por qué no iba a poder tu corazón,
a pesar de sus heridas,
atreverse —en este mundo salvaje—
a florecer para entregarse
de pleno a su labor?
Aunque encuentres desolador
mirar cuando nadie mira
dentro de este paisaje
sembrado de seres en trance,
tu presencia, como solitaria flor,
puede ser, en mitad del páramo,
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