Presencia inesperada

Hasta la más inesperada flor,
contra toda expectativa,
logra acopiar el coraje
que la llevará a estirarse,
guiada por rayos de sol,
en mitad del páramo,
hacia la vida.

¿Por qué no iba a poder tu corazón,
a pesar de sus heridas,
atreverse —en este mundo salvaje—
a florecer para entregarse
de pleno a su labor?

Aunque encuentres desolador
mirar cuando nadie mira
dentro de este paisaje
sembrado de seres en trance,
tu presencia, como solitaria flor,
puede ser, en mitad del páramo,
el milagro que alguien necesita.

© 2017. Juan Navarrete.

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