Venimos al mundo clamando una canción. Lo habitamos olvidándola. Lo abandonamos suspirándola. Principio y final se arquean, conforme se distancian, para acabar abrazándose en una sola nota que resume el poco o mucho amor con el que permitimos vibrar las cuerdas que tensan el tiempo que dura nuestra estancia. El resto es estribillo, solo un tarareo que sostiene caminando el ritmo de nuestros...Seguir Leyendo
- 24 feb 2018
- 0 Comments