Lo nuestro
Pensamos
que lo nuestro fue un error
porque aún necesitamos
madurar hasta lograr
ver cómo nos reflejamos
el uno en el otro para encajar
las piezas
en un horizonte más amplio.
La vida nos ofreció
lo que tenía que darnos.
Quizá no felicidad
─o, quizás, solo a ratos─;
quizá no lo que anhelábamos
el uno del otro, mas sí
lo que nuestras heridas
querían mostrarnos.
¿Podríamos,
simplemente, abandonar
sentimientos vanos
y rendir
el orgullo y la necesidad
el orgullo y la necesidad
de no estar equivocados?
¿Podemos dejar caer
nuestras defensas
nuestras defensas
y perdonarnos?
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