Clamor
de semillas humanas,
como gotas de lluvia
caen, de verdad sedientas,
nuestras almas.
Llamada de amor,
primer llanto que derrama
alba tibieza en nuestros labios;
latidos unidos, ahora separados;
padecimiento salobre,
en celebración tornado.
Pasos inciertos, camino arduo,
afecto que aprende
a ser supeditado; esencia
olvidada para pertenecer
a alguien o a algo...querer fatuo;
río ilusorio que sed no acalla;
hacia el siguiente espejismo
con forma de corazón, saltamos
en busca de nuevas lágrimas.
Vida arrepentida, extraviada
hasta el día en que enmudezcan
nuestros tímpanos con el grito
de nuestros propios latidos.
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