Mientras tanto
cuando mis ojos, sedientos
de tu reflejo, preguntaban
¿hasta cuándo?
Que no me hiciera ilusiones,
que eras ave de paso;
un día cálido en el invierno,
un chaparrón de verano.
Mientras tanto, repetían
tus idas y venidas de agua
entre mis manos. Ahora
soy yo quien pasa de largo.
Mi corazón se hizo fuerte;
no quiso vivir esperando.
Y me paran por la calle;
dicen que te ven penando.
Yo guardo silencio y pienso:
me decías mientras tanto.
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