a abrazar, a sentir,
a llorar o a reír;
a dar, a recibir,
a perdonar, a ser
o a decir: te amo,
me heriste, te herí...
Fugitivos de instantes,
vivimos rehuyendo,
cerrando puertas
por las que el tiempo escapa
y tras las que, al final,
nada queda.
Solo el vacío
de un llanto contenido;
de risas sordas;
de una vida que no fue vida,
sino trinchera.
Si hubiera...
abrazado, sentido,
llorado o reído.
Si hubiera entregado,
aceptado, perdonado
o dicho: te amo,
me heriste, te herí...
Si hubiera tumbado
todas las barreras.
Si hubiese soltado
orgullos y vergüenzas.
Enjaulado, el amor
aguarda a que el valor
desnude lágrimas
que ablanden las rejas.
Entregarse a la vida
y salir de la cabeza;
emocionarse; aceptar
el sabor agridulce
de las experiencias.
Esa es la salida.
¿A qué esperas?
- 25 abr 2017
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