Verdad
No son tus palabras,
sino tus latidos,
quienes cuentan tu verdad
sobre lo que está bien
o lo que está mal.
Una mirada
que nace en el corazón
acaricia más con su silencio
que cientos de manos
con la cabeza en otra parte.
La puerta por la que el alma
entra en el mundo
no entiende
de razones ni juicios,
de razones ni juicios,
solo de amor y sabiduría.
Bajo la piel,
todos somos unidad
bailando consigo misma;
luz de un mundo
con los ojos cerrados.
Deja que tu canción suene
y guíe tus pasos.
Crea un camino
por el que quienes te sigan
encuentren su propia música.
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