Retorno

Brotamos a la vida
de una raíz fuerte y honda
que se funde con todo lo que es.
Pronto, la mente se colma
con un conocimiento
que desune nuestra conciencia
de nuestros pies.
Caemos dormidos
en un sueño que oscila
entre lo que somos
y lo que debemos ser.
Nos volvemos rompecabezas;
un puñado de piezas sueltas
compitiendo
por el amor que las unió una vez.
Los demonios que nos asedian
son niños que lloran
el legado recibido
de sus ancestros;
testamento de dolor
y abandono, de afectos
condicionados por el miedo;
fantasmas que ululan
por los corredores de la mente
pidiendo un cuerpo;
noches que esperan
su añorado amanecer.
El alma solo admite la verdad
como alimento; solo pisa
sobre un camino de guijarros albos
que guíe sus pasos
hacia el punto al que retorna
toda la Creación.

© 2019. Juan Navarrete.

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