Guardián del alma
Entre lo sencillo del día,
el corazón busca
un lugar sobre el que reposar.
El mío lo encuentra mientras camina a tu lado,
siguiendo el compás de tus cuatro huellas
y refugiándose en tus ojos de niño
con profundidad de alma antigua,
que me recuerdan a cada instante
que no deje de verme como tú me ves:
sin pasado ni futuro;
que no deje de verme como tú me ves:
sin pasado ni futuro;
sin culpabilidad ni juicio;
simplemente yo, con todo lo que soy
y lo que no soy.
En tu mirada de ángel incondicional
se sostiene desnuda mi inocencia.
¡Guardián de mi alma!
¡Guardián de mi alma!
Custodias la llama
que alumbra mis pasos
que alumbra mis pasos
a través de mis penumbras.
Que tu caminar, junto al mío,
traiga siempre esplendor a mis días
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