Avance
No hay premura; solo tienes el suelo sobre el que tus pies se detienen.
No hay premura. De todos modos, por más que quieras apresurarte, el único lugar al que tienes que llegar eres tú. Dale tiempo a tu corazón para que resuelva sus golpes, sus grietas, sus durezas. No lo azotes, además, con una prisa inútil que solo retrasa tu llegada.
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