Pies de sal
se torna comienzo
cuando te atreves a dar
un paso adelante.
El horizonte
es un sueño de la mente,
un refugio inalcanzable
para un corazón
desterrado del ahora.
Todo comienzo
se torna final
se torna final
cuando los pies
sucumben al miedo
o a la nostalgia.
Pies de sal, de piedra,
que anhelan ser
arroyo que avanza,
sin fin ni principio,
hacia la anchura
en la que todos los cauces
convergen en la Verdad.
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